Publicado en La Tercera
Con 90 años y sin vacunas, el estudio de secuenciación mostró que la mujer se había contagiado con Alfa y Beta, una situación posible pero sobre la que no existen muchos datos.
Ocurrió en marzo en Bélgica y se supo del caso este domingo, en la versión número 31 del Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ECCMID): una mujer de 90 años debió ser ingresada al hospital por una caída. Al ingresar se le hicieron las pruebas que resultaron positivas para el virus Sars-CoV-2 pero sin síntomas respiratorios. Estando ya en el recinto, el Covid-19 se hizo notorio y cinco días después falleció a causa de esta enfermedad.
Los exámenes a los que fue sometida evidenciaron un caso inédito. La mujer se había contagiado con la variante Alfa (B.1.1.7 o británica) y la variante Beta (B.1.351 o sudafricana).
¿Cómo fue posible el contagio simultáneo? “Este es uno de los primeros casos documentados de coinfección con dos variantes preocupantes del SarsCoV-2”, señaló a través de un comunicado la bióloga molecular Anne Vankeerberghen, autora del estudio. Es probable dice la especialista, que la mujer haya sido contagiada por dos personas diferentes. Respecto de la posibilidad de un cuadro más grave por la coinfección, Vankeerberghen señaló que es difícil saberlo.
Infrecuente pero posible
Vivian Luchsinger, viróloga e investigadora del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, explica que “las coinfecciones de virus son infrecuentes pero porque no se detecta y por lo tanto, no se sabe a ciencia cierta, qué tan frecuente pueda ser”. En todo caso, lo más probable es que sea “poco frecuente”. En este caso específico se detectó porque se hizo un estudio de secuenciación del virus en la muestra positiva de esta mujer, pero estos exámenes no son habituales.
Para que existen una coinfección, los virus deben contagiar al mismo tiempo, por cuando si existe un desfase de uno o dos días, el que ingresó primero desencadena una respuesta inmune que en términos simples, bloquea la replicación de otro virus en las células humanas.
“Otros virus respiratorios sí pueden desencadenar una coinfección. El virus influenza, por ejemplo, puede haber infección de A H1N1 y A H3N2, pero no es frecuente. Lo que sí es más frecuente es la coinfección entre virus respiratorios. Nosotros hemos hecho estudio en adultos hospitalizados por neumonía y hemos detectado pacientes con Virus Respirarorio Sincicial (VRS), rinovirus e influenza. O virus y bacterias. Lo hemos visto en al menos un tercio de los pacientes”, dice la investigadora.
Respecto de la evolución clínica de estos casos, si se desencadena una infección más grave o no, al menos en la experiencia de Luchsinger, no es así. “Tener un agente o varios no determina una enfermedad más grave”, señala.
Influenza porcina
El riesgo de la coinfección con dos variantes, es que se produzca una recombinación en el genoma de los virus, lo que puede generar mayores cambios.
Un caso emblemático de recombinación viral ocurrió en 2009 con la última pandemia de influenza. Conocida como pandemia de gripe A (H1N1), los casos fueron causados por una variante del Influenzavirus A (subtipo H1N1), que surgió en 2009.
Con el tiempo, se pudo demostrar que la nueva cepa surgió a partir de una recombinación entre una variante de H1N1,7 con material genético proveniente de una cepa aviaria, dos cepas porcinas y una humana que tras sufrir una mutación, saltó de los cerdos a los humanos y desde allí se extendió por contagio entre personas.
En este caso, fue el cerdo el que alojó a todas las cepas, generó la cepa de virus nueva y “fabricó” la nueva que saltó al ser humano.
“En el virus influenza, por ejemplo, se sabe que los cerdos son capaces de infectarse con virus influenza de cerdos, aves, humanos al mismo tiempo. En ellos se puede producir un reordenamiento de los fragmentos del RNA del geonoma del virus influenza y es ahí donde han surgido el virus de la pandemia en 2009?, dice Luchsinger